miércoles, 30 de marzo de 2016

Los Díaz después de Díaz (El exilio segunda parte 1915-1936)


EL EXILIO SEGUNDA PARTE (1915-1936)

 

 


...dice Carmen que Porfirio y ella tuvieron cuidado de que el cadáver fuera debidamente embalsamado y se depositó en una caja hermética que a su vez fue puesta dentro de otra de madera.

Comenta ella que el rey de España le ofreció El Escorial para que se inhumaran los restos de papá, pero que rechazó tan amable ofrecimiento porque tiene la intención de traer los restos a México...                                                              
Amada Díaz                                                     (Orozco, 2003, p.135)



 

LOS DÍAS DESPUÉS DE DÍAZ

 

Tello Díaz (1994) refiere que después de la muerte de Díaz, gran parte de la familia que lo había acompañado en su exilio siguió viviendo en Francia. Entre ellos su viuda Carmen Romero Rubio y sus dos hermanas Sofía y María Luisa; también su hijo; Porfirio Díaz Ortega acompañado de su esposa Luisa Raigosa y sus siete hijos: Porfirio, Maria Luisa, Genaro, Ignacio, José, Luís y Manuel.

 

Mientras tanto en México se encontraban sus dos hijas: Amada y Luz. Ambas con sus respectivos esposos Ignacio de la Torre y Francisco Rincón Gallardo. El primero había participado en el derrocamiento de Madero en 1913, posteriormente fue capturado por los zapatistas y hecho prisionero por varios años, hasta que en 1917 logró escapar y refugiarse en Nueva York donde murió meses mas tarde debido a las dolencias que padecía como resultado de este cautiverio. Por su parte, Francisco Rincón Gallardo murió asesinado por un salteador de caminos en Aguascalientes, “...no fue un crimen político, fue un crimen de otro tipo... no hubo persecución deliberada en contra de la familia...” asegura Carlos Tello Díaz. (Entrevista personal,  8 de febrero de 2006)   

 

Los primeros años siguientes a la muerte de Díaz transcurrieron con el rigor del duelo para la familia, siguiendo además el desarrollo de la guerra en Europa. Los que vivían exiliados en Francia tuvieron que adaptarse de lleno al  nuevo estilo de vida y cultura. Por ejemplo, los nietos mayores de Díaz nacidos en México se vieron en la necesidad de aprender francés para seguir sus cursos escolares, mientras que los menores se vieron inculcados con nuevos hábitos. Porfirio Díaz Ortega, (hijo de Porfirio Díaz) mantuvo a su familia en el exilio gracias a las rentas recibidas de sus propiedades. Poco a poco fue vendiendo muchas de ellas, incluso aquella donde habitara el mismo Porfirio Díaz y su esposa Carmen Romero antes de salir al exilio: la casa de cadena no. 8. Posteriormente substió gracias a las rentas recibidas por sus acciones que tenia dentro de la Compañía Mexicana de Petróleo “El Águila”. Años mas tarde estas no repuntarían  debido a la Ley Petrolera de Calles y causarían una crisis económica en la familia que los llevaría a buscar nuevas formas de trabajo.

Carmen Romero Rubio de Díaz de luto. Imagen tomada de: Enrique Krauze y Fausto Zerón Medina, Porfirio. El destierro, México, Clío, p. 68.
 

La familia permaneció por varios  años con la esperanza de regresar a México, pero con la llegada de Obregón al gobierno vieron perdida toda posibilidad de regresar al menos por algunos años más, pues consideraban a éste como el representante mas radical del constitucionalismo. Fue hasta 1921, que la familia optó por permanecer en el exilio. Carmen Romero Rubio después de enviudar cambio de residencia para vivir a lado de su hermana Maria Luisa en la avenida de Víctor Hugo, en París. El dinero con el que subsistía provenía de las rentas de sus propiedades en México, todas ellas heredadas de su padre Manuel Romero Rubio. Ese mismo año, con la prolongación del exilio Carmen compró un lote en el cementerio Montparnasse para trasladar los restos de Porfirio Díaz  a este lugar. El 27 de diciembre de 1921 los restos fueron exhumados de la iglesia de Saint Honoré d’Eylau para ser inhumados en la capilla construida por su viuda en el cementerio parisino de Montparnasse (Tello Díaz, 1994).

 

Los siguientes años en el exilio continuaron de la misma forma como cuando vivía Porfirio Díaz, viajes en verano a San Juan de la Luz, Biarritz o San Sebastián. La situación económica empeoró con el paso de los años, las acciones en El Águila dejaron de ser redituables para la familia Díaz Raigosa al grado que en 1927 todos los nietos  de Díaz se vieron en la necesidad de trabajar  para solventar los gastos de la familia. El problema económico continuaría por varios años más.

 

El 15 de septiembre de 1930, Díaz Ortega y Familia organizaron una misa con el objeto de celebrar el primer centenario del natalicio de Porfirio Díaz. La misa se celebró en la iglesia de Saint Honoré d’Eylau. En México, Amada y Luz hijas de Porfirio Díaz,  también celebraron un acto similar al cual asistieron varios amigos de la familia o afines al régimen porfirista. (Tello Díaz, 1994)

 

Finalmente, Díaz Ortega vendió sus acciones en El Águila a S.Pearson & Son dueños de la compañía petrolera. Con la venta se fundo un fideicomiso en el banco londinense de White Horse Securities para comprar una propiedad en el campo y trabajar en ella. Así en 1930,  la familia Díaz Raigosa se traslado a la región de la Loire para habitar en el Castillo de Moulins. Este lugar contaba con una vasta extensión que permitiría a la familia Díaz Ortega trabajar en el campo para su subsistencia. Tras varios años y mediante la mecanización de la producción en el campo, así como la introducción de nuevas tecnologías se pudo impulsar un crecimiento sin precedentes en los campos que cultivaban. Logrando  por algún tiempo a la estabilización de la economía familiar después  de que hacia varios años venia sufriendo problemas.

 

martes, 29 de marzo de 2016

2 de julio de 1915, así murió Porfirio Díaz


En 1914, Porfirio Díaz y su esposa Carmen dejan el hotel Astoria para instalarse en la casa no. 23 de la avenida del bosque de Boulogne. Meses más tarde mientras la familia Díaz se encontraba de vacaciones en San Juan de la Luz explota la guerra en Europa. Díaz y familia regresan a Paris por unas semanas y después se vuelven a  trasladar a Biarritz. (Tello, 1994)

 

Durante los meses de guerra, Díaz y su hijo pasaban largas horas frente a un mapa del continente europeo siguiendo con banderitas las posiciones de los ejércitos. A Díaz le interesaba lo estrictamente militar pues no tenía favoritismo hacia alguna tropa en especial,  como escribe Fernando Orozco (1991) “…ingleses, franceses y alemanes lo habían tratado con excepcionales atenciones y todos eran amigos de México”. (Orozco, 1991, p. 210)

 

EL 2 DE JULIO DE 1915

 

“No fue un final doloroso, no sufrió enfermedades dolorosas y terribles, se fue apagando como una vela y murió rodeado de su familia en julio de 1915, en París, en su casa.”

                                                                             Carlos Tello Díaz 

                       (Entrevista personal, 8 de febrero de 2006)

 

 

Enrique Krauze y Fausto Zerón-Medina (1993) apuntan que después de una prolongada estancia en Biarritz, Díaz volvió a París durante la primavera de 1915. Su salud se vería menguada a partir de entonces, entre constantes fatigas y mareos Porfirio Díaz dejó de salir a sus acostumbradas caminatas. Se le adormecían además las extremidades.  A mediados de junio de ese mismo año su salud comienza a quebrantarse, su médico Gascheau le ordenó reposo y se abstiene de salir a sus caminatas habituales.

 

                                                                                                    Junio 29, 1915

 

Amplio cable de Carmen Romero fechado al día de ayer, papá está cada vez más grave. Ya no reconoce a nadie y pronuncia incoherencias donde se alcanza a distinguir el nombre de su madre Petrona, y la palabra “Oaxaca”, que es como una obsesión.

Dice Carmen que por mediación del padre Blay que acaba de estar en Roma, el Santo Padre envió a papá una bendición particular para la hora de su muerte.

Desconsolada dice que se ha perdido toda esperanza.

                                                                                                Amada Díaz

                                                                  (Orozco, 2003, p. 132)

 

 

Díaz permaneció en cama y cuentan sus más allegados que constantemente sus recuerdos terminaban en México, pero aún más en Oaxaca. Los recuerdos de su niñez y juventud vividos en ese estado se hacen cada vez más presentes, con nostalgia recordaba el Mesón de la Soledad donde había nacido y crecido al lado de su madre y sus hermanos, también evocaba la hacienda de La Noria con la que Juárez lo había premiado debido a su participación en la batalla del 2 de abril de 1867 en Puebla. El 29 de junio sus familiares le llevan a un sacerdote para confesarse. Finalmente, rodeado de familiares el 2 de julio de 1915 muere a las seis y media de la tarde. Sus restos son velados en Saint Honoré d’Eylau donde es depositado su cuerpo. A los funerales asisten funcionarios de la República francesa y  algunos mexicanos que residían en el extranjero. (Krauze y Zerón Medina, El destierro (1911-1915), 1993)

 

“Al medio día, antes de depositar el ataúd en la gaveta, los presentes guardaron un minuto de silencio. El ataúd, cubierto por la bandera de México, mostraba sobre su vértice la espada del general Porfirio Díaz”. (Tello Díaz, 1993, p. 212)

 


 Julio 3, 1915

 

Aún no puedo dejar de llorar. Sabía que eso iba a ocurrir cualquier día, el más inesperado, pero en realidad una nunca está preparada para la muerte de los seres que quiere. Por lacónico  cable que me envío mi hermano Porfirio desde París he sabido que el día de ayer mi padre se fue de esta vida.

    He releído el fatídico aviso pensando que acaso lo interpreté mal, pero no hay duda: “París 2 de julio de 1915.- Señora Amada Díaz de la Torre.- Hermana: rodeado familia y auxilios espirituales papá murió hoy 7 horas. Notifica resto familia. Cuidado con Lucha. Firma: Porfirio Díaz Ortega”. 


Amada Díaz
   (Orozco, 2003, p.132)

 

                                                                                     

 

 

 

lunes, 28 de marzo de 2016

El 1913 de Don Porfirio Díaz


A principios de 1913 nuevamente Don Porfirio Díaz sale de viaje, esta vez rumbo a Egipto. En esta ocasión Díaz sería acompañado de su mujer y las hermanas de ésta (Sofía y María Luisa), además del general Fernando González. En El Cairo, escribe Tello Díaz (1993) el general  Kitchener, a nombre de la corona británica recibe a Porfirio Díaz y sus acompañantes rindiéndole honores militares en calidad de comandante honorario de la Orden de Bath. En este país permanecieron alrededor de dos meses, a fines de febrero de ese año regresan a París, no sin antes visitar Nápoles y Roma.

 

Ante el inició de una guerra civil provocada por los asesinatos de Francisco I. Madero y Pino Suárez. La prensa italiana se vio obligada a cuestionar a Porfirio Díaz sobre estos hechos durante su estancia en Nápoles. Frente a los reporteros del Corriere d’Italia, Díaz declaró “Recibí la noticia del estallido de la guerra civil en México cuando me encontraba de viaje, y con todo el corazón la sentí como una de las más grandes calamidades que pudieron haber golpeado a México”. “Es infame insinuar que a mis amigos o a mi influencia se debe de imputar el asesinato de Madero”. (Tello, 1994, p. 40). Más tarde, volvería a declarar a otros diarios que anhelaba la paz para su país.

 

Después de Roma, Díaz regresa a París. Ahí recibe la visita de su hija Amada, y es ella quien le cuenta los problemas sucedidos en México. Semanas más tarde, viajan juntos hacia la región de los Alpes suizos. A su regreso reciben otra visita, esta vez la de su sobrino Félix Díaz. El motivo era solicitar el apoyo de su tío para las próximas elecciones en octubre, Porfirio Díaz no se lo da. Durante su estancia en Francia, Félix Díaz recibe la noticia de la expropiación de su hacienda conocida como “Los borregos” en el norte del país. Esta medida fue la primera de muchas que se iniciaron con el objeto de convertirse en reparto agrario de la Revolución. (Tello, 1994)


En septiembre de 1913, Amada regresa a México luego de haber viajado con Díaz y su esposa hasta el puerto de Santander. Ya en París, a finales de ese mismo año reciben la noticia del asesinato en México de Francisco Rincón Gallardo, esposo de Luz Díaz, hija de don Porfirio.

domingo, 27 de marzo de 2016

Asi fue 1912 en el exilio del Gral. Porfirio Diaz


Empezando 1912, el Gral. Porfirio Díaz escribió a Ernesto Madero, secretario de Hacienda y tío del nuevo presidente (Francisco I. Madero), para solicitarle que la pensión anual de 6, 750 pesos del cual era acreedor fuera destinada para premiar a alumnos distinguidos del Colegio Militar y de la Escuela de Aspirantes. Más tarde, sabedor de los últimos sucesos que ocurrían en México Porfirio Díaz escribió a Enrique Fernández Castelló, pariente de su mujer, y expresó:

 

…nada de lo consumado hasta hoy es tan grave como lo pronosticado para un final próximo, y todo obra de nuestros compatriotas. Ahora siento no haber reprimido la Revolución. Tenía yo armas y dinero, pero ese dinero y esas armas eran del pueblo, y yo no quise pasar a la historia empleando el dinero y las armas del pueblo para contrariar su voluntad, con tanta más razón cuanto podía atribuirse a egoísmo. Digo que siento no haberlo hecho porque a la felicidad nacional debí sacrificar mi aspecto histórico...        

                               Porfirio Díaz

                                                         (Tello, 1994, p. 32)

   



 

En abril de 1912, Porfirio Díaz y su esposa viajan a Madrid, España. Ahí, acuden a un almuerzo ofrecido en su honor en el Palacio de Oriente donde es recibido por el rey de España, don Alfonso de Borbón. Además de otros miembros del gobierno español y mexicano residentes en España. Después de Madrid se dirigen a San Sebastián, España para pasar unos días más antes de regresar a París. Tello Díaz (1994) comenta que Porfirio Díaz siempre tuvo una atracción especial por España, inclusive de vivir ahí. Los ofrecimientos no se hicieron esperar, sin embargo, Díaz no perdía las esperanzas de volver a su país: a México.

 

Diversos autores y/o personas consultadas coinciden en que Porfirio Díaz vivía con modestia en Europa. Su tataranieto, Carlos Tello Díaz (1994) escribe que Díaz siguió viviendo su exilio sin lujos pero con holgura suficiente que le permitió viajar por varias ciudades del viejo continente. El dinero provenía de los ahorros en forma de acciones que Díaz conservaba en el banco de Londres y México. Fue así como el banco de Santander por orden del banco de Londres y México abrió un crédito de 1 500 000 francos. Dentro de esta suma se encontraban también el monto adquirido por la venta de algunas de sus propiedades en México. Por su parte, Carmen Romero contaba con una “riqueza nada desdeñable, que le permitiría vivir con sus hermanas por muchos  años en el exilio” (Tello, 1994, p. 35) 

 

Francisco Ávila Camberos,  diputado federal de la LIX Legislatura, hace mención en una entrevista la situación económica de Díaz al salir del exilio comparada con la de otros ex presidentes o funcionarios al servicio del gobierno.

 

...hay que insistir en que Porfirio Díaz vivió con mucha modestia en el extranjero...sus recursos eran limitados y no como sucede como muchos políticos actuales que después de su paso por el gobierno en solo 6 años y en algunos casos por tres años, tienen ya dinero suficiente para que ellos, sus hijos y a lo mejor hasta sus nietos no tienen que trabajar en toda su vida.     

Francisco J. Ávila Camberos

   (Entrevista personal, 16 de marzo de 2006)

 

 

En verano de 1912, a lado de su esposa y familia, Díaz viaja al balneario de Ems, en Alemania. Después asiste a una jornada de maniobras militares a orillas del río Rhin, en calidad de  incógnito. “…cuando el Káiser  Guillermo II se percató de la presencia de Díaz, lo invitó a subir a la tribuna, lo nombró mariscal del desfile, le cedió la batuta de mando y se refirió a él como uno de los prohombres de América”. (Krauze y Zerón-Medina, 1993, El destierro (1911-1915), p.39) 

lunes, 21 de marzo de 2016

El Exilio del Gral. Porfirio Díaz, año 1911...







 
 

EL EXILIO PRIMERA PARTE

 



LA VIDA DE DÍAZ EN EUROPA

 

Carlos Tello Díaz (1994) cuenta que a lo largo de veinte días el vapor Ypiranga hizo pequeñas escalas en ciudades como La Habana, Cuba; Santander, España y Playmouth Inglaterra para finalmente llegar el 20 de junio de 1911 a su destino:  la ciudad de El Havre en Francia.  Díaz y acompañantes fueron recibidos por portavoces del gobierno francés,  además de algunos mexicanos como Sebastián Mier, Miguel Béistegui, Luís Riba, José Vega Limón, Federico Gamboa, entre otros.

 


Ya en París, se hospedaron alrededor de dos semanas en casa de Eustaquio Escandón. Posteriormente, Díaz se dirigió con su esposa a Suiza para ser atendido de una enfermedad bucal que lo aquejaba desde años atrás. Dado de alta en Interlaken, Suiza visitó el balneario de Nauheim, en Alemania. De regreso a París, Díaz visitó la tumba de Napoleón Bonaparte el 20 de julio de 1911 en el sitio de Los Inválidos. En aquella ocasión tiene la oportunidad de ver a antiguos generales franceses que había combatido durante la guerra de intervención francesa como Niox, entre otros. De manos de él, Díaz recibió las llaves de la cripta del emperador francés, además de la espada que utilizará en vida Napoleón Bonaparte. “…os ruego que toméis esta espada…no podía ser puesta en mejores manos” relata Tello Díaz que el general Niox dijo a Porfirio díaz. (Tello, 1994, p. 28)

 

“…originalmente cree que su estancia en Europa será pasajera, no compra una casa sino que se hospeda en un hotel. Y es poco a poco conforme pasa el tiempo que se da cuenta que su estancia será permanente allá…” 

Carlos Tello Díaz

   (Entrevista personal, 8 de febrero de 2006)

 
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Porfirio Díaz y familia permanecieron el resto de 1911 viviendo en el hotel Astoria de París, dejándolo a menudo para realizar algunos viajes con su esposa Carmen Romero. Continuamente recibía correspondencia de México, que entre otras cosas eran para comentarle la situación del país, otras para mostrarle su solidaridad en su destierro y otras más de gratitud. Fue así como al cabo de un tiempo, escribe Tello Díaz (1993) “mi tatarabuelo aprendió a vivir con dos sentimientos encontrados: uno de culpa por la situación en su país y otro de desconsuelo por lo que consideraba la ingratitud de sus conciudadanos. El segundo de los sentimientos fue sin lugar a dudas el que predominó” (Tello, 1994, p. 29)

 

“Me siento herido, una parte del país se alzó en armas para derribarme, y la otra se cruzo de brazos para verme caer. Las dos me eran deudoras de una porción de cosas” Porfirio Díaz en entrevista con Federico Gamboa                      

                                                         (Tello, 1994, p. 30)


martes, 15 de marzo de 2016

El festejo del Centenario luctuoso del Gral. Porfirio Díaz en Oaxaca


En el marco de las festividades del Centenario de la  muerte de Porfirio Díaz, en distintas ciudades y diversos grupos celebraron este hecho.


En la Ciudad de Oaxaca, por ejemplo, se organizó un acto cívico el jueves 02 de julio de 2015 para conmemorarlo.


¿Qué más se puede hacer para lograr la repatriación de los restos de Porfirio Díaz?





lunes, 14 de marzo de 2016

“Porfirio Díaz, 100 años sin patria”, documental de Discovery Channel



porfirio documental





El mes de septiembre de 2015 se presentó por Discovery Channel Latin America, un documental titulado “Porfirio Díaz, 100 años sin patria”. Bajo la dirección de Emilio Maillé y la producción de Patricia Arriaga, este documental aborda una investigación sobre la figura de Porfirio Díaz (1830-1915), a cien años de su fallecimiento y 105 años de su exilio en Francia.


Es importante reconocer que en el contexto del centenario de la muerte de Porfirio Díaz, Discovery Channel, que tiene una proyección a nivel internacional, abordará uno de los episodios históricos más importante de nuestra historia nacional. Presentando la dualidad entre la juventud y vejez del Gral. Porfirio Díaz.

 El documental incluyó entrevistas de destacadas personalidades del mundo académico y la investigación en historia como María Teresa Matabuena, Paul Garner, Javier Garciadiego, Jaime Álvarez, y  Leonor Ludlow, entre otros.  Ademas incluye entrevistas de algunos miembros de la familia de Díaz.

El actor Sergio Bonilla, quien interpretó a Porfirio Díaz en este documental declaró en una entrevista que antes de hacer este papel  tenía curiosidad por saber de qué manera una empresa estadounidense abordaría un hecho histórico mexicano, “pero vi el guión, me pareció muy objetivo el hecho de que hicieran entrevistas con los descendientes de Porfirio Díaz y al mismo tiempo contraponerlas con datos de los historiadores”. Los actores buscan un personaje bueno y aquel que tiene carnita para interpretar, declaró Bonilla, " Porfirio Díaz es maravilloso, desde el punto de vista actoral”.

Alguno de ustedes tuvo la oportunidad de ver este documental, ¿Cómo les pareció? ¿De qué forma ayuda a la causa de la repatriación de los restos de Don Porfirio Díaz?

 

Espero sus comentarios...

domingo, 13 de marzo de 2016

Porfirio Díaz ¿debe ser repatriado?




“Si Juárez no hubiera muerto, todavía viviría”, canta  un danzón. Aplicada a Porfirio, la letra sería distinta: “Si Díaz se hubiera muerto, todavía viviría”.

Enrique Krauze, 1993


Porfirio Díaz Mori, es conocido por algunos como “El Soldado de la Patria o héroe del 2 de abril”, otros más lo conocen como  “El dictador y tirano” de la historia de México. Ambas partes muestran la discrepancia entre llamarlo el “héroe o villano”,  y es que en voz de algunos historiadores el “héroe” comienza con su carrera militar y sus treinta y siete batallas, muchas de ellas decisivas para lograr el triunfo en las guerras de Reforma e Intervención francesa y así consolidar la  “República restaurada”. Por otra parte, algunos sostienen que en Díaz “el villano” comienza desde las rebeliones en contra de Juárez con el “Plan de la Noria”  y más tarde contra Sebastián Lerdo de Tejada con el “Plan de Tuxtepec”,  así como su permanencia en el poder desde 1877 hasta 1911, dejando un pequeño lapso entre 1880 y 1884. En ambas dualidades, para mí es difícil decidir cual de los dos adjetivos enfrentados le ajusta mejor cuando conocemos y estudiamos su historia, lo que es verdad es que bien o mal defendió a nuestro país, y bien o mal lo dirigió.

Existe una frase popular que dice “la tierra llama”, es cierto, yo he sabido de otros quienes viven lejos de su tierra y la añoran, yo también he vivido en carne propia el llamamiento de mi tierra. No en vano, José López Alavez compuso la mundialmente conocida “Canción Mixteca”, himno oaxaqueño que hace alusión a ese anhelo de estar en su tierra cuando no se esta y entre sus líneas dice: “Oh tierra del sol, suspiro por verte, ahora que lejos yo vivo sin luz, sin amor. Y al verme tan sólo y triste cual hoja al viento, quisiera llorar, quisiera morir de sentimiento”. En Porfirio Díaz creo no fue la excepción, muchos escriben que su tierra: Oaxaca, lo llamó hasta el último día de su vida. Pero “Dios no cumple caprichos” y murió en el exilio, en París, Francia. Su anhelo quedó hasta ahí, en un regreso deseado pero nada más,  a la fecha no se le ha cumplido.

Los descendientes de Díaz viven con ese deseo aún,  repatriarlo a su tierra como él lo había querido. Hijos, nietos, bisnietos y tataranietos han vivido para contarlo pero no para verlo aún. Tal regreso se puede dar cuando ellos mismos lo deseen y hagan, no hay ningún impedimento legal para ello, pero este no se da porque la familia pide que los restos sean repatriados con honor, es ahí cuando empieza la discusión entre que si se debe hacer o no puesto que no hay apoyo por parte del gobierno para hacerlo. La voluntad política no se ha dado por todo lo que implica traer los restos de un personaje que a los ojos de la historia “oficial” es un villano, se le desconoce o simplemente no interesa.
 
Para entender  el deseo de los familiares y también simpatizantes a Díaz que se han sumado a una búsqueda de su repatriación, es necesario conocer la historia de este personaje. La educación resulta  primordial para conocer la historia de nuestros “héroes y villanos”, sólo conociendo ésta se puede tener una actitud más crítica sobre lo que se diga o piense sobre ellos. “Entonces el día que tengamos el conocimiento, que conozcamos nuestra historia podremos reclamar lo que es de nosotros, mientras no, el conocimiento no nos deja, no nos deja reclamar lo que es de nosotros” (José Guerra, entrevista personal, mayo de 2006).
 
 

sábado, 12 de marzo de 2016

A 100 AÑOS DE LA MUERTE DE PORFIRIO DÍAZ


EL EXILIO DE PORFIRIO DÍAZ

Díaz estuvo siempre convencido de que, por encima de los males, había gobernado por el bien de la República.Así también toda su familia, la mía, consideró que sus aciertos fueron a lo largo de su gobierno mucho más importantes que sus errores. Y que por ello la historia del país tenía que saldarcon él una deuda de reconocimiento. Algunos dicen que debió de morir al iniciar el siglo; que de ser así sería sin duda veneradopor sus compatriotas. Yo comparto por supuesto, acaso con menos inocencia, este modo de sentir de la familia; pero considero, al mismo tiempo, que los años del exilio tuvieron, por su patetismo, la virtud de enriquecer la figura de don Porfirio. El exilio del general Díaz, que para su familia fue de veras desastroso, tuvo siempre para mí la fascinación de la tragedia. Porfirio Díaz acababa de perder aquello que más quiso: el poder y la gloria. (Tello,1993, p. 30)
Foto: Porfirio Diaz in uniform de Charles Reginald
Foto: Porfirio Diaz in uniform de Charles Reginald


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