Empezando 1912, el Gral. Porfirio Díaz escribió a Ernesto Madero, secretario de Hacienda y tío
del nuevo presidente (Francisco I. Madero), para solicitarle que la pensión
anual de 6, 750 pesos del cual era acreedor fuera destinada para premiar a
alumnos distinguidos del Colegio Militar y de la Escuela de Aspirantes. Más
tarde, sabedor de los últimos sucesos que ocurrían en México Porfirio Díaz
escribió a Enrique Fernández Castelló, pariente de su mujer, y expresó:
…nada de lo
consumado hasta hoy es tan grave como lo pronosticado para un final próximo, y
todo obra de nuestros compatriotas. Ahora siento no haber reprimido la
Revolución. Tenía yo armas y dinero, pero ese dinero y esas armas eran del
pueblo, y yo no quise pasar a la historia empleando el dinero y las armas del
pueblo para contrariar su voluntad, con tanta más razón cuanto podía atribuirse
a egoísmo. Digo que siento no haberlo hecho porque a la felicidad nacional debí
sacrificar mi aspecto histórico...
Porfirio Díaz
(Tello, 1994, p. 32)
En
abril de 1912, Porfirio Díaz y su esposa viajan a Madrid, España. Ahí, acuden a
un almuerzo ofrecido en su honor en el Palacio de Oriente donde es recibido por
el rey de España, don Alfonso de Borbón. Además de otros miembros del gobierno
español y mexicano residentes en España. Después de Madrid se dirigen a San
Sebastián, España para pasar unos días más antes de regresar a París. Tello
Díaz (1994) comenta que Porfirio Díaz siempre tuvo una atracción especial por
España, inclusive de vivir ahí. Los ofrecimientos no se hicieron esperar, sin
embargo, Díaz no perdía las esperanzas de volver a su país: a México.
Diversos autores
y/o personas consultadas coinciden en que Porfirio Díaz vivía con modestia en
Europa. Su tataranieto, Carlos Tello Díaz (1994) escribe que Díaz siguió
viviendo su exilio sin lujos pero con holgura suficiente que le permitió viajar
por varias ciudades del viejo continente. El dinero provenía de los ahorros en
forma de acciones que Díaz conservaba en el banco de Londres y México. Fue así
como el banco de Santander por orden del banco de Londres y México abrió un
crédito de 1 500 000 francos. Dentro de esta suma se encontraban también el
monto adquirido por la venta de algunas de sus propiedades en México. Por su
parte, Carmen Romero contaba con una “riqueza nada desdeñable, que le
permitiría vivir con sus hermanas por muchos años en el exilio” (Tello, 1994, p. 35)
Francisco
Ávila Camberos, diputado federal de la
LIX Legislatura, hace mención en una entrevista la situación económica de Díaz
al salir del exilio comparada con la de otros ex presidentes o funcionarios al
servicio del gobierno.
...hay que insistir en que Porfirio
Díaz vivió con mucha modestia en el extranjero...sus recursos eran limitados y
no como sucede como muchos políticos actuales que después de su paso por el
gobierno en solo 6 años y en algunos casos por tres años, tienen ya dinero
suficiente para que ellos, sus hijos y a lo mejor hasta sus nietos no tienen
que trabajar en toda su vida.
Francisco J.
Ávila Camberos
(Entrevista personal, 16 de marzo de 2006)
En
verano de 1912, a lado de su esposa y familia, Díaz viaja al balneario de Ems,
en Alemania. Después asiste a una jornada de maniobras militares a orillas del
río Rhin, en calidad de incógnito. “…cuando
el Káiser Guillermo II se percató de la
presencia de Díaz, lo invitó a subir a la tribuna, lo nombró mariscal del
desfile, le cedió la batuta de mando y se refirió a él como uno de los
prohombres de América”. (Krauze y Zerón-Medina, 1993, El destierro (1911-1915),
p.39)
Gracias!
ResponderEliminarDíaz siguió viviendo su exilio sin lujos??? pero con holgura suficiente que le permitió viajar por varias ciudades del viejo continente???
ResponderEliminarEl dinero provenía de los ahorros en forma de acciones que Díaz conservaba en el banco de Londres y México???
Seguro de esto???
Lo mismo pregunto. No creo que la figura de Díaz pueda ser enaltecida en este aspecto.
EliminarSeguramente ese dinero también provenía de nuestro país pero como cualquier político de la época que sea, lo que sí es que no todos buscan aportar al país.
ResponderEliminar¡Muy buen artículo!
ResponderEliminarInteresante!
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