El Exilio del Gral. Porfirio Díaz, año 1911...
EL EXILIO PRIMERA PARTE
LA VIDA DE DÍAZ EN EUROPA
Carlos Tello
Díaz (1994) cuenta que a lo largo de veinte días el vapor Ypiranga hizo
pequeñas escalas en ciudades como La Habana, Cuba; Santander, España y
Playmouth Inglaterra para finalmente llegar el 20 de junio de 1911 a su
destino: la ciudad de El Havre en
Francia. Díaz y acompañantes fueron
recibidos por portavoces del gobierno francés,
además de algunos mexicanos como Sebastián Mier, Miguel Béistegui, Luís
Riba, José Vega Limón, Federico Gamboa, entre otros.
Ya
en París, se hospedaron alrededor de dos semanas en casa de Eustaquio Escandón.
Posteriormente, Díaz se dirigió con su esposa a Suiza para ser atendido de una
enfermedad bucal que lo aquejaba desde años atrás. Dado de alta en Interlaken,
Suiza visitó el balneario de Nauheim, en Alemania. De regreso a París, Díaz
visitó la tumba de Napoleón Bonaparte el 20 de julio de 1911 en el sitio de Los
Inválidos. En aquella ocasión tiene la oportunidad de ver a antiguos generales
franceses que había combatido durante la guerra de intervención francesa como
Niox, entre otros. De manos de él, Díaz recibió las llaves de la cripta del
emperador francés, además de la espada que utilizará en vida Napoleón
Bonaparte. “…os ruego que toméis esta espada…no podía ser puesta en mejores
manos” relata Tello Díaz que el general Niox dijo a Porfirio díaz. (Tello, 1994,
p. 28)
“…originalmente
cree que su estancia en Europa será pasajera, no compra una casa sino que se
hospeda en un hotel. Y es poco a poco conforme pasa el tiempo que se da cuenta
que su estancia será permanente allá…”
Carlos Tello
Díaz
(Entrevista personal, 8 de febrero de 2006)
Porfirio
Díaz y familia permanecieron el resto de 1911 viviendo en el hotel Astoria de
París, dejándolo a menudo para realizar algunos viajes con su esposa Carmen
Romero. Continuamente recibía correspondencia de México, que entre otras cosas
eran para comentarle la situación del país, otras para mostrarle su solidaridad
en su destierro y otras más de gratitud. Fue así como al cabo de un tiempo,
escribe Tello Díaz (1993) “mi tatarabuelo aprendió a vivir con dos sentimientos
encontrados: uno de culpa por la situación en su país y otro de desconsuelo por
lo que consideraba la ingratitud de sus conciudadanos. El segundo de los
sentimientos fue sin lugar a dudas el que predominó” (Tello, 1994, p. 29)
“Me siento
herido, una parte del país se alzó en armas para derribarme, y la otra se cruzo
de brazos para verme caer. Las dos me eran deudoras de una porción de cosas”
Porfirio Díaz en entrevista con Federico Gamboa
(Tello, 1994, p. 30)
Muy buena info! no sabia tanto de Porfirio Díaz... Gracias!
ResponderEliminarQué duro debe haber sido el exilio porque claro que cometió varios errores pero también amaba México y dejó mucho en este país.
ResponderEliminarBueno, el señor no era una víctima. Sí hubo muchos avances cuando estuvo en el poder, pero también mucho abuso.
ResponderEliminar¡Excelente información! ¡Continuaré leyendo!
ResponderEliminarMuy interesante!
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